Un contrato de trabajo es un acuerdo verbal o escrito en el cual una persona natural o trabajador pacta sus condiciones de trabajo con otra persona natural o jurídica, o empleador, comprometiéndose a prestar sus servicios de manera continua y subordinada, es decir, cumplir con un horario y recibir órdenes, a cambio de una remuneración que puede ser en dinero o en especie. Estos contratos están regulados por el Código Sustantivo del Trabajo y se clasifican por su duración en:
1. Término fijo.
2. Término indefinido.
3. Por obra o labor determinada.
4. Accidental o transitorio.
La trabajadora del hogar puede celebrar dos o más contratos de trabajo simultáneamente, siempre y cuando ninguno de ellos pacte la exclusividad de servicios a favor de un solo contratante. Las personas mayores de 18 años están en capacidad de celebrar contratos individuales de trabajo. Específicamente para las empleadas domésticas, la suscripción de un contrato de trabajo está regulada por los artículos 22, 23 y 24 del Código Sustantivo del Trabajo, con el fin de formalizar su oficio y establecer sus derechos laborales.
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